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jueves, 10 de mayo de 2012

Prosa narrativa y teatro, Luis Cernuda


Luis Cernuda
PROSA NARRATIVA
Y
TEATRO
Editorial Renacimiento/Biblioteca del Exilio
Edición de Juan Lamillar
31 p.p., tamaño 21 x 15 cm, pasta blanda
Sevilla 2002, ISBN: 84-8472-071-3

Aunque considerado fundamentalmente como poeta, y el conjunto de sus libros bajo el título de La realidad y el deseo como uno de los grandes logros de la poesía europea del siglo XX, también el trabajo crítico de Luis Cernuda es muy apreciado, por la originalidad y contundencia de sus juicios. Mucho menos conocida es su doble dedicación a la narración y al teatro, que este volumen rescata. En los escasos relatos que Cernuda publicó en vida, en la única obra teatral que llegó a terminar, se pueden rastrear aspectos que complementan su poesía, y se adivinan rasgos de su personalidad proyectados en algunos personajes narrativos.
     Los relatos de Cernuda son, además, un raro testimonio, pues los poetas del 27 no cultivaron –con la excepción de Salinas– la prosa de ficción. En ellos, se logra «hacer visible una atmósfera, dar expresión poética a un ambiente...». Escritos a cámara lenta en unos años centrales de su vida, con la voluntad de darnos en sus páginas una poesía del sueño y la realidad», constituyen una parte no desdeñable en el conjunto de su obra.
     Descubierta tardíamente, tras una peripecia que tiene mucho de detectivesca, La familia interrumpida es la única obra teatral completa que nos ha legado Cernuda. En ella, bajo una trama costumbrista, se indaga sobre algunos temas –las presiones sociales, la fuerza del amor, el tiempo– que tanto preocuparon al poeta.
CREÍA a los hombres buenos o malos, de una pieza, como en los libros que leyó cuando niño. Su inocencia aún le permitía disgustarse con ellos al chocar de pronto con la perversidad. Aún debían transcurrir algunos años antes de que saliese de su error y comprendiese al fin que tan difícil es hallar un ser medianamente bueno como un ser medianamente malo. Porque el temple humano ha perdido resistencia moral, y van con los hombres del bien al mal, fluctuando inestablemente, como una gallina coja, impulsados por la necedad y el egoísmo. Acaso venga de ahí la inexistencia de nuestros días de pacto demoníaco. ¿Qué ganancia podría obtener el Demonio con la adquisición de un alma standard? A los pocos instantes de cocción infernal se le reduciría a papilla. Aquellos viejos renegados, duros y curtidos como un trozo de cuero, pensará el Maligno, ¿dónde encontrar uno hoy? Hasta Dios falsifica en serie.
(LUIS CERNUDA, Sombras en el salón)

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