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jueves, 15 de diciembre de 2011

Cuentos Orientales, Marguerite Yourcenar


Los relatos que componen «Cuentos orientales» se inspiran en la literatura y el folclore de los Balcanes, en la adorada Grecia, en China y Japón, lugares a los que Marguerite Yourcenar se acerca con íntima espiritualidad.

   
     En los «Cuentos orientales», escritos antes de la primera guerra mundial y recopilados por primera vez en 1938, Marguerite Yourcenar no sólo manifiesta su gran interés por el Oriente sino que logra transmitirnos en profundidad la atmósfera, el estilo y, sobre todo, el espíritu orientales. Cuatro de los diez relatos recogidos en este volumen son en realidad interpretaciones desarrolladas libremente de fábulas o leyendas auténticas. Otra vez aquí la diversidad de lugares se nos presenta; de China a Grecia y de los Balcanes al Japón, el sueño y el mito son atrapados por la pluma y el talento de esta genial escritora. En “La sonrisa de Marko”, con un sólo punto débil, demasiado humano, émulo de Áquiles, Marguerite Yourcenar nos presenta a un héroe servio capaz de despertar pasiones que lo llevarán al borde de la muerte; un héroe capaz de soportar las peores torturas, excepto la del deseo por una bella joven; un héroe que no puede reprimir una sonrisa frente al más dulce de los suplicios. La Torre de Scutari se levanta como símbolo del amor materno en “La leche de la muerte”; entrega que, a los ojos de Marguerite Yourcenar, hoy no parece quedar sino en los vestigios de una leyenda albanesa. “La tristeza de Cornelius Berg” (“Los tulipanes de Cornelius Berg” en la edición de 1938) fue concebido como el capítulo final de una novela hasta ahora inacabada, y únicamente tiene de oriental dos breves alusiones a un viaje que hizo el pintor al Asia Menor; incluso, una de ellas fue añadida para la segunda edición. Este relato no pertenecía a la colección de los cuentos orientales pero su autora no supo  resistir “las  ganas de situar frente al gran pintor chino que se salva y se pierde en el interior de su obra a aquel ignorado contemporáneo de Rembrandt que llega a meditar apaciblemente sobre su propia obra”. La amargura de Cornelius Berg, “que toca los objetos que ya no sabe pintar” es la oposición del viejo pintor Wang-Fô “que amaba la imagen de las cosas”. Estos cuentos son una mínima visión del maravilloso mundo construido por Marguerite Yourcenar. La dimensión de la obra y del pensamiento de esta voz única es ya trascendental y sus nuevos mitos llegarán a ser universales.






Título: Cuentos orientales
Autor: Marguerite Yourcenar
Colección: Punto de lectura (51/3)
ISBN: 84-663-0151-8
Edición: 3a. Edición, 2001
Encuadernación: Rústica
Páginas: 165
Dimensiones: 17.5 x 11 cm.
Tema: Literatura
Idioma de publicación: Español
Idioma de traducción: Francés
Traducción: Emma Calatayud
Precio: $ 100.00






    La historiadora, poeta y novelista francesa recupera una música especialísima procedente de un mundo distinto, de costumbres lejanas, que se acercan al lector con espléndidas representaciones simbólicas, como el viejo pintor Wang-Fô, que se evade el mar de jade azul que su pincel acaba de trazar.

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